Cuando viajas a tu pasado mental, y revives todos tus acontecimientos y experiencias que te proporcionan un cierto grado de alegría o decepción, analizas gran parte de tu vida, y te puedes dar cuenta de muchas cosas; muchas cosas que siempre han estado escondidas u ocultas a través de paredes de sombrío y desequilibrio psicológico, pintado con el negro mas profundo inspirado en la oscuridad densa que nubla tu existencia y que evita mirar hacia el otro lado donde podrías notar una historia diferente de no ser por los fantasmas que tu mismo te creas.
Entonces escudriñando en tus gustos y acciones de tu ayer, deduces que nunca has sido verdaderamente feliz, que nuca te has sumergido en una sensación de júbilo intensa o de alguna pena que vaya mas allá de grandes cambios en la rutina para no hacer siempre lo mismo, que a pesar de ir seguro en el camino correcto que no es adyacente al de los demás, no superas el límite y no te has propulsado. Pero a pesar de todo, no estas mal, todo tu camino ha estado con pequeños tropiezos, pero continuas andando y descubres que debes ser mas deferente contigo mismo; luego miras al rededor, llegan a tus oídos historias de grandes adversidades en el que tus amigos y conocidos son protagonistas, donde el dolor invade cada aspecto de sus vidas y donde las dificultades van de la mano con sus día a día, y solo puedes escucharlos, y, entender que los obstáculos no existen, son solo invenciones de tu mente y de tu ser.
Al final regresas al presente admirando todo tu entorno y la gente que allí habita, cuyas caras están marcadas por una sonrisa que esconde verdaderas intenciones y solos luchan contra la misma sociedad. Es allí cuando miro el espejo y detallo cada milímetro de inagotables sueños y desinterés por lo que la gran mayoría llama vida, sabiendo que no se necesita mucho para ser feliz: lo indudable: confianza; lo primordial: aceptación propia; lo único: una persona. Elementos sencillos que una persona solitaria e individual puede tardar en encontrar, y con eso viene la exploración de palabras ligadas al amor que te permiten re-descubrir el mundo. Felicidad te termina proporcionando lo que tu desees que te invada de felicidad, y lo mismo para cada definición contraria a dicho sentimiento, la envidia y el rencor es la muestra de no poder lograr lo que quieres, por miedo tal vez, o por estupidez. Y así me habilito para la siguiente propuesta de decadencia social..
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